¿Qué pasa con los residuos de las energías renovables? Residuos de eólicos

La energía eólica crece a un ritmo imparable en la UE. En este artículo, nos centramos en los desechos de la energía eólica, analizando su impacto ambiental y los avances en su gestión responsable.

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Claves para entender la transición energética en Europa

En 2008 arrancaba la apuesta más firme de la UE por las renovables. Lanzaban por entonces el conocido como “Paquete 20-20-20” donde se comprometían a recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero un 20%, conseguir que las renovables aportasen el 20% de la energía primaria y a reducir un 20% el consumo de energía. Todo antes de 2020. Era un momento clave en el que, el por entonces presidente de la UE, Nicolas Sarkozy, afirmaba: "No hay un continente en el mundo que se haya dotado de reglas tan estrictas para luchar contra el cambio climático".

Desde entonces, mucho ha cambiado, pero la apuesta por las renovables sigue siendo estratégica. Este rumbo, propulsado por la crisis climática, fue acelerado por la invasión rusa de Ucrania en 2022, que expuso la dependencia energética de Europa respecto al gas ruso. La crisis energética resultante llevó a un aumento significativo en los precios de la energía y a una reevaluación de las políticas energéticas. Esta situación impulsó inversiones récord para las renovables, con la UE destinando casi 110.000 millones de euros en 2023 para la generación de energía limpia.

Otra cuestión determinante en este sentido es la dependencia de terceros países para el suministro de minerales críticos, esenciales en tecnologías renovables como baterías, aerogeneradores, paneles solares y vehículos eléctricos. La UE, totalmente dependiente de su importación, ha respondido con la Ley de Materias Primas Fundamentales (CRMA), que, entre otras medidas, busca que al menos el 25% de su consumo anual provenga del reciclaje. Para ello, se apuesta por la innovación en reciclaje y recuperación de materiales, lo que podría impulsar también el reaprovechamiento de componentes renovables en el futuro.

Y es que la transición energética hacia fuentes renovables es esencial pero no podemos ignorar los efectos secundarios: el impacto ambiental de la extracción de materiales para la fabricación de estas tecnologías y la generación de grandes volúmenes de residuos al final de su vida útil.

Uso de energías renovables en la UE

Avance de la energía renovable | Comisión Europea 

En 2023, las renovables supusieron el 24,5% del uso energético en la UE. Un incremento del 1,4% respecto al año anterior. Sobre su electricidad total generada:

  • Solar: 20,5%
  • Biocombustibles sólidos y otras fuentes renovables: 6,2% y 6,6% 
  • Hidroeléctrica: 28,2%
  • Eólica: 38,5%. 

La hidroeléctrica y la eólica suponen más de dos tercios de la electricidad total generada a partir de renovables y el viento se posiciona como la fuente de energía renovable más importante en la UE en la actualidad

Además, en 2014, la energía eólica terrestre pasó a ser más barata que el carbón, el gas y la energía nuclear. En 2019, la producción de energía eólica y solar de la UE superó por primera vez a la de carbón, lo que supone que en la mayoría de los países ambas fuentes sean tan competitivas, o incluso más baratas, que los combustibles fósiles. Y, más rankings: en lo que se refiere a la eólica marina (offshore) el récord es absoluto, Europa nunca antes conectó en un año tanta potencia mar adentro como lo ha hecho en 2023 con 3,8 GW. 

¿De qué elementos se compone un aerogenerador? Residuos de la energía eólica

Un aerogenerador se compone esencialmente de hormigón, hierro, acero, polímeros y composites reforzados con fibra de vidrio.

Debido a su parte de hormigón, hierro y acero, suele considerarse que un aerogenerador es reciclable en un 85%, aunque este porcentaje no tiene en cuenta la cimentación.

En la Unión Europea, el hierro, el acero y el aluminio se recogen y reciclan con bastante frecuencia. El hormigón, por su parte, también se recoge, pero rara vez se recicla como tal; lo habitual es triturarlo para usarlo como árido.

Los aerogeneradores contienen minerales valiosos como el neodimio, que se utiliza en los imanes permanentes y está considerado como una materia prima crítica (CRM). Desde un punto de vista técnico, existen métodos para recuperar estos imanes durante el procesado, y al tratarse de materiales de alto valor, su reciclaje resulta rentable. Aun así, en la práctica, en este momento, se recicla muy poco neodimio en la UE

El restante de los materiales de un aerogenerador son polímeros y composites reforzados con fibra de vidrio, que se encuentran sobre todo en las palas. Estos materiales siguen siendo complicados de reciclar y se considera poco probable que los materiales recuperados de las palas puedan sustituir a los materiales primarios que se usan para fabricar nuevas palas. 

En conjunto, los materiales metálicos presentes en las palas representan apenas un 1% del peso total de una pala pero no son materiales fáciles de desmontar. Aunque las palas se fabriquen en varias piezas, estas suelen ir unidas con adhesivos que no se pueden despegar con facilidad.

Y ahí está el dilema: aunque la mayor parte de un aerogenerador sí se puede reciclar, las palas, a día de hoy, no se reciclan de forma eficaz

¿Qué pasa con los residuos de los eólicos?

Para 2030, se podrían tener 42.500 aerogeneradores en la UE, y 86.000 para 2050. Se espera que la infraestructura eólica genere más residuos que la solar para 2050, con una estimación de 10 millones de toneladas anuales de residuos de aerogeneradores para esa fecha.

Pese a todo, se calcula que entre el 50% y el 60% de las turbinas podrían reutilizarse. Algunas palas de menor tamaño se conservan como piezas de repuesto o se trasladan a otro emplazamiento para ser instaladas de nuevo. 

También, para 2050, se espera que los paneles fotovoltaicos y los aerogeneradores generen residuos anuales que incluyan 2,9 millones de toneladas de acero, 191.527 toneladas de aluminio y 52.874 toneladas de cobre.

De hecho, WindEurope señala que muchas de las granjas eólicas terrestres en Europa están cerca del fin de su vida útil planificada. Actualmente, 22 GW de capacidad eólica en Europa llevan más de 20 años en operación, y para 2030 serán 52 GW con más de 20 años. 

Source: European Commission, JRC elaboration

En cuanto a su impacto ambiental, este estudio compara siete métodos de gestión de palas de aerogeneradores al final de su vida útil, divididos en dos grupos: opciones circulares (1–5) y lineales (6–7):

1. Reutilización: uso de las palas o sus partes para fines distintos al original.

2. Trituración: se descomponen los materiales en polvo o fibras; se recupera un polvo rico en resina (para materiales de construcción) y fibras (para nuevos composites).

3. Solvolisis: reciclaje químico que disuelve los polímeros y recupera las fibras.

4. Pirólisis: descomposición térmica que genera aceite, gases y fibras inertes.

5. Coprocesamiento en cementeras: se reutiliza el residuo reduciendo el uso de combustible y minerales.

6. Incineración: quema de residuos que genera cenizas y energía.

7. Vertedero: eliminación de residuos en depósitos de inertes.

La investigación concluye que las opciones que recuperan materiales de mayor calidad, como la solvolisis, también ofrecen el mayor potencial para reducir residuos e impacto climático. 

Como hemos visto, aunque ciertos componentes pueden reutilizarse o reciclarse, otros, como las palas fabricadas con materiales compuestos, de gran tamaño, peso y complejidad estructural, representan un verdadero reto técnico e industrial. Debido a estas dificultades, es habitual que las palas se destinen a vertederos o se incineren, lo que supone una pérdida de recursos valiosos y un impacto negativo para el medioambiente. 

Por razones evidentes, la eliminación en vertedero no es una solución deseable para el final de la vida útil de las palas de aerogeneradores, y algunos países han prohibido directamente este tipo de residuos compuestos en vertederos. El coste de desecharlos varía bastante: en Dinamarca puede alcanzar los 120€/tonelada, en Irlanda ronda los 113€, en EE. UU. es de unos 55€, en el Reino Unido llega a los 130€, y en Alemania puede alcanzar hasta los 300€/tonelada.

En definitiva, el crecimiento exponencial de las renovables en Europa plantea un nuevo y urgente desafío: la gestión sostenible de sus residuos. Con millones de toneladas de materiales previstos para el final de la vida útil de los aerogeneradores en las próximas décadas, es imprescindible acelerar el desarrollo de soluciones de reciclaje y reutilización, especialmente para componentes complejos como las palas. Apostar por la innovación, prohibir el vertido y promover normativas claras y ambiciosas permitirá transformar este reto en una oportunidad para avanzar hacia una economía verdaderamente circular en el sector energético.

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Fecha
22/6/25
Categoría
Sector residuos
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